¿Sabías qué...?
¿Como eran las Fiestas Patronales de antaño?
Estamos a las puertas de las Fiestas Patronales de San Telmo 2016 y por eso ocupa lugar preferente el Programa oficial y otras cuestiones relacionadas.
En esta sección, dedicada específicamente evocar la memoria de tantas cosas que nos identifican como pueblo, tiene sentido tratar de recordar cómo eran las Fiestas de San Telmo a finales de los 70 y en la década de los 80. Y ello para entender cómo se vivían en esos años las Fiestas de nuestro Patrono y qué preocupaba e interesaba a cofrades y vecinos sobre el devenir de nuestras más importantes tradiciones
Nada mejor que recurrir a los valiosísimos y entrañables testimonios de algunos cofrades veteranos como Marcelino Serna, Pedro Illera, Manolo Viñas, Teófilo García, e Isaías Pérez “Cholo”.
Recurriremos también a los programas de fiestas de esos años, obviamente de los que disponemos y hemos podido consultar.
TESTIMONIOS
Marcelino Serna Montes
Es el cofrade más veterano. Esto es lo que respondía a nuestras preguntas.
¿Cómo “cofrade ausente” (reside desde hace mucho en Gijón) se ha perdido muchas Fiestas de San Telmo? ¿Recuerda alguna en especial?
He venido todos los años. ¡No he fallado nunca!... bueno, salvo 2012. Estaba de médicos.
¿Fiesta especial ?, pues lógicamente la de 1961, el año en que fui Mayordomo.
¿Le gustaba bailar “el Ole”? ¿Hay mucha diferencia entre cómo es hoy “el Ole” y como era antaño? ¿Qué tipo de música había?
Sí, por supuesto que he bailado El Ole, y ya de mayor, aunque fuera un rato.
Marcelino nos cuenta que “antes, el Ole también empezaba a las 10:00, pero a las 12:00 fuera. El Juez, Paco Manrique, empujaba y también la Guardia Civil. Te metían la cachava en el culo y pinchaban, así que no quedaba más remedio que espabilar y andar palante.
Recuerda que un año se suspendió por algunos problemas; bueno, porque metieron en la cárcel a algunos cofrades y el alcalde no dejó salir El Ole.
En cuanto a la música, siempre había una banda: a veces la de San Quintín de Valladolid; otras la de San Marcial de Burgos. Bandas militares, pero que daban mucho juego. Se pasaba bien.
¿Qué recuerda de “el Ole” el año que fue Mayordomo? ¿Duró mucho? ¿Llevar el Vítor es verdad que supone una emoción muy especial?
“Tenía 31 años. Ese día llovía. Antonio Morante, el alcalde, me decía sales o no … ¡y salimos ¡!!. Llovía un poco, pero se paró en cuanto salieron”.
Le digo que eso es lo que comentan los mayores, que en “El Ole” nunca llueve y ese día también fue cierto. Asiente concluyendo “es lo que recuerdo”.
Marcelino indica que antes no se dejaba el Vítor a otros. Se agarraba de principio a fin. Lo hacían todos los Mayordomos; se empezaba y se acababa con en Vítor en las manos. “¡Es que es un honor muy grande y pasa una vez en la vida!”. “Ah, y tampoco se marchaba la gente a cenar, por lo que siempre había gente bailando; no como ahora” remata.
Cuéntenos cómo eran las fiestas cuando usted era joven ¿Siempre había fiesta de San Telmo? ¿Qué recuerda? Es que estas cosas solo se las podemos preguntar a usted y a pocos más.
Marcelino no duda y afirma que, en lo que él recuerda, siempre hubo Fiestas por San Telmo y eran las más importantes.
Todos los días te daba la Cofradía una vela. El lunes de San Telmo pasaban una tarrañuela con agua bendita y se pedía; otra cosa curiosa era “la culebra”, en forma de S y de casi dos metros, que se usaba para que no se cerrara la gente cuando bailaban los danzantes en la procesión. Es posible que alguien de su familia la conserve; él no la ha vuelto a ver.
Durante las Fiestas había barracas y almendreros. Se ponía un templete (cerca de donde hoy está el Hostal) y se bailaba en la carretera misma.
¿Qué es lo que más le gusta de las Fiestas de ahora? ¿Lo clásico “¿el Ole”, el ambiente, las peñas…? ¿Había peñas o algo parecido entonces?
Ahora vive las Fiestas más pasivamente, pero le sigue gustando lo que más El Ole.
En cuanto a las Peñas, antes no funcionaba así. Había cuadrillas de amigos, es cierto, que hacían sus juergas, pero no se manejaban como las Peñas de ahora.
Pedro Illera
Fue Mayordomo en los años 1973-1974. Como hay una cierta “leyenda” sobre esos años, le espetó: cómo fue eso, si le tocaba por turno o no. No duda en absoluto y responde raudo: lo hacía Don Valentín; solo lo sabía él. Por tanto, vete tú a saber; me dijo “este año tu Mayordomo” y así fue. Bueno, en realidad le tocaba a Esteban Ruiz (q.e.p.d.), pero se murió su suegra y pidió ser Mayordomo al año siguiente, así que Don Valentín me designó a mí; eran otros tiempos” concluye.
Le pregunto por las Fiestas de entonces, amén de la novena, procesiones… y me apunta el programa completo: el sábado venía la banda en tren y se subía a la estación a esperarla y ya se bajaba con música. El domingo “El Ole”; ese año terminó cerca de las dos y no hizo mal tiempo. El lunes, San Telmo. El martes, los difuntos. No recuerda el miércoles qué había, pero sí que el jueves era el día de los casados. Eso sí todos los días había música. Se bailaba en el paseo y se ocupaba la carretera general, por lo que recuerda que, el año que fue Mayordomo, el Alcalde, José Mª Arconada (q.e.p.d.), trajo un policía de Palencia para controlar la carretera. También contactó con el Servicio Meteorológico y se le dijo que durante El Ole haría bueno, y así fue.
Sobre el “refresco” recuerda que él lo dio en su casa. Los cofrades se repartieron en los espacios que se habían preparado; incluso en una panera y en la cuadra del caballo, aseada para la ocasión aclara, y se ríe socarronamente.
Manuel Viñas Frechilla
Le pregunto cuándo se hizo cofrades y lo tiene muy claro: en 1954-1955, cuando entró de Mayordomo su tío Goyo Viñas; él le apuntó.
Fue Mayordomo en 1979-80, el año que fue la primera vez a Tui un grupo de gente de la Cofradía. Aún se emociona recordando cómo repicaban al unísono todas las campanas de Tui.
Le pregunto por “El Ole” de su año de Mayordomo, 1980, y reconoce que ya fue uno de los que empezaban a ser largos; terminó cerca de las cuatro de la mañana. Ese año hubo una banda militar, apostilla.
De su cargo de Mayordomo habla con emoción; es grandioso, dice.
Del “refresco”, cuenta que en su preparación participó toda la familia; que fue en dos espacios próximos de la calle Las Higueras: la Peña Los Judíos y La Hermandad. Reconoce que “se salió un poco de madre” en el ágape, pero dadas sus circunstancias personales, también le apetecía celebrarlo a su gusto. Además, fue muy concurrido.
Quiero comentar con él uno de “sus otros oficios”, en concreto el “pipote o la hoguera de San Telmo de la noche de El Ole, de la que se ha hecho cargo “desde siempre”, dice, “casi desde que tenía uso de razón”. Lo hacía como miembro de la Cofradía, voluntariamente, no porque fuera empleado municipal. Tampoco lo dejó cuando se jubiló. La última vez fue en 2009.
Nos cuenta su origen, el rito que supone prepararlo, cuándo debe encenderse... “Tiene un ritual”, afirma: antiguamente era un montón de leña y una vez cimentadas las calles, para no estallar el cemento, se pone tierra y sobre ella un carral viejo (de ahí lo de “pipote”), que se llena de leña. Representa el fuego de San Telmo y debe encenderse a la primera campanada nada más dar las 10 de la noche.
Lo que me queda claro es que preparar y encender el “pipote” es algo que lleva en el alma.
Teófilo García
Fue Mayordomo en 1981-1982. Sintió mucha alegría.
Apunta rápido que “El Refresco” lo dio en el patio de su casa, como se hacía antaño y fue a tono con los de antes: pastas, vino del pueblo, anisillo y mistela. Remacha que “no cómo ahora, que se hacen bodas”. Y apostilla, “y era solo para los cofrades”.
De “El Ole” de 1982 comenta que hizo bueno y que fue un día muy animado. No recuerda quién llevaba las cintas, pero sí dice con énfasis “pero agarrando el Víctor de principio a fin, solo el Mayordomo”. Terminó sobre las 12 o poco más tarde, con sermón y todo matiza, que leyeron Santos e Iluminado.
De lo que Teófilo se muestra orgulloso es de que durante 32 años fue el encargado de tirar los cohetes; desde el inicio de las Fiestas y en todos los actos. “Los pagaban a partes iguales la Cofradía y el Ayuntamiento”, quiere aclarar.
Vuelve a “El Ole” con un sentir que reitera en distintos momentos de nuestra conversación: “antes se respetaba más y había más formalidad”. Por toda explicación se manifiesta partidario de que se fije una hora de finalización, que se recuerde a la gente cómo se deben de comportar en “El Ole”, y que se respete.
Teófilo es un veterano al que le gustan las formas de antes, las tradiciones de antes, el respeto y la unión entre cofrades, etc… No ve bien lo de los “refrescos” actuales; sobre lo de la incorporación de las mujeres no opina, solo esboza una sonrisa… Teófilo es coherente a su edad y a lo que él ha conocido, pero eso sí, da su opinión, pero respeta las decisiones que se han tomado. Un Cofrade “con solera”, evidentemente.
Isaías Pérez Arroyo
“Cholo” hace gala no pocas veces, durante la entrevista, de un humor particular, rayando casi la ironía, sobre todo si los temas son de los controvertidos. ¡Y tiene buena memoria!
Fuiste Mayordomo en los años 1988-1989. ¿Qué recuerdas de las Fiestas que te tocó presidir ese año? ¿Cómo fue “El Ole”? Seguro que guardas algún recuerdo especial.
Tiene muy buenos recuerdos de su etapa de Mayordomo, que vivió con enorme ilusión. Lo cuenta así: “a insinuación de mi madre y con gran aceptación por mi parte, regalé dos trajes de monaguillo, no rojos sino del hábito de los dominicos, como era San Telmo y también un hermano de mi madre, Isaías”.
Recuerda que las fiestas fueron como todas, y con mucha ilusión de poder reunir en su casa a cofrades, autoridades, familiares y amigos (para el refresco, que admite fue de los que se alejaron de la tradición y se pasó un poco). Maneja muchas fotos, que remira a menudo.
“Como anécdota, cuenta, “al fin de mi mandato se tejía el árbol en la Plaza del Castillo, y comenzó a nevar. Salimos de la iglesia con gran nevada y por la tarde llovió. Gran cosecha ese año, gracias a San Telmo. Que quede claro”.
En general se mantienen las tradiciones y costumbres, pero seguro que más de una vez has pensado que algunas cosas deberían recuperarse o cambiarse para mejor. ¿Qué nos quieres decir?
En su opinión, una de las cosas a “resucitar” es la vieja culebra (si no hay ninguna antigua se hace otra, dice). Con ello se ayudaría, como en los viejos tiempos, a poner un poco de orden en las procesiones y en otros actos.
Otro ejemplo, los lazos de los danzantes. En vez de un círculo debería hacerse una herradura, que ayuda a que todos puedan verlo mejor.
Otro tema que debe preocuparnos es la creación de un buen “sermón satírico-burlesco”, y remata “y creo que se me entiende”. También mejorar nuestras cantatas en la Novena.
Apunta también otro tema que ya he escuchado a más personas: “¿Por qué cada año el sermón en la misa mayor ha de ser un dominico? Son muy repetitivos… siempre la anécdota del caballo … pero con poca profundidad en lo que luego fue la vida ejemplar de San Telmo. Es una tradición- remata- pero habría que probar a cambiar al menos un año”.
PROGRAMAS DE FIESTAS
Programa de 1965
No me resisto a mencionar el del Año 1965, -regalo como numerosos más del cofrade Jacinto Ruiz- ya que es el único disponible de esa década.
Es un opúsculo de 41 páginas, con dos artículos firmados por Vicente G. Lasso con título*“Frómista, en la región de los vacceos, granero de Roma. Su origen y otros datos de interés histórico” y*” San Telmo y los trabajadores del mar”.
También llevaba tres poemas titulados: “A Frómista” cuyo autor es Carlos Urueña; “Vamos al “Ole” de Francisco Pérez y “Frómista Capítulo de Dios” de Antonio Álamo Salazar.
Las Fiestas se celebraron los días 25, 26 y 27 de abril. En dos páginas -entre mucha publicidad de los numerosos negocios en ese tiempo en Frómista- se recoge de forma sucinta el “Programa de Festejos” que transcribimos literalmente:
Día 25
A las 12 - Tiro al Plato
A las 6 de la tarde - Actuación de los Coros y Danzas de Educación y Descanso
A las 7 - Recibimiento de la Banda de Música y actuación de esta en la Plaza Mayor
A las 10 de la noche - PROCESION CIVICA “DEL OLE”
A las 12 de la noche - Quema de una primera colección de FUEGOS ARTIFICIALES
Día 26
A las 9 – Dianas y alegres pasacalles, con intervención de los Gigantes y Cabezudos
A las 11 – Procesión religiosa, en la que actuará nuestro afamado Grupo de Danzantes. Acto seguido será oficiada la SANTA MISA.
A las 5:30 de la tarde – partido de FUTBOL
A las 7 – Baile Público en la Plaza Mayor
Día 27
A las 9 – Dianas y pasacalles
A las 12 – Concierto por la Banda de Música
A la 1 – Fuegos Japoneses
A las 5 - carrera de Cintas
¨ Durante toda la Fiesta, el Salón Cine Alcázar proyectará interesantes películas, y en la Sala Ritmo habrá animados bailes, bajo la actuación del conjunto “Los Yodos”.
Programa de 1970
También es el único de que disponemos de esta década, y su formato es similar al de 1965 ya comentado.
Incluye un Saludo del entonces Alcalde, José Mª Arconada Gato, quien menciona que, en esas Fiestas, se va a inaugurar la estatua de San Telmo instalada en la entonces Plaza Mayor, actualmente Plaza con el nombre de nuestro Patrono.
También contiene varios artículos: sobre la Vida de San Telmo, sobre su canonización, sobre el traslado a Palencia y Frómista de Reliquias de San Telmo, nuevas odas a Frómista y, como más llamativo, unos Villancicos que se cantaron en las Fiestas de San Telmo del año 1742, como reza el propio título.
Este año las Fiestas se celebraron, como recogen las escuetas dos hojas verdes del centro del cuadernillo, los días 5, 6 y 7 de abril.
Podríamos replicar lo ya transcrito para 1965, pues es un “Programa de Festejos” que debía repetirse año tras año, si bien apreciamos algunas novedades.
El Domingo día 5, por ejemplo, a las once, Gran carrera ciclista organizada por la Federación Palentina de Ciclismo o a las cinco, Actuación del grupo de Dantzaris del M.I. Ayuntamiento de Tudela.
El lunes 6, Día de San Telmo, a las trece horas, INAUGURACION DEL MONUMENTO A SAN TELMO, Hijo y Patrono de la Villa.
Programa de 1980
Las Fiestas fueron los días 11 al 15 de abril, y el 20 San Telmillo, o sea, que en diez años de los que no tenemos programas, las Fiestas han pasado a durar 6 días, sin poder precisar cuándo se inició San Telmillo. Por supuesto se mantienen El Ole, las procesiones, los refrescos y las verbenas populares.
Vemos en la programación el protagonismo de las Peñas en las Fiestas. Así, el domingo 13, la Peña EL OLE organiza un Gran Maratón y el martes 15, la Peña LA CARRAL la carrera de cintas y la Peña LOS JUDIOS una vuelta ciclista infantil.
Asimismo, durante los días 13 a 15 la Asociación Juvenil y/o la Peña LOS JUDIOS, realiza una exposición de fotografías sobre Frómista en las “Escuelas Viejas”. Por un folleto específico, anexo al programa, conocemos que las fotografías corresponden a Jesús y Carlos Vallejo Moslares.
El domingo 20 – San Telmillo es el “Día de las Peñas”, que invitan a una gran limonada. Queda claro en el programa que ese día hay cambio de mayordomo, que da un vino español en su domicilio con asistencia de cofrades.
“FLORESTA”
De esta década disponemos de más programas. Destaca el de 1985 - año del VIII Centenario del nacimiento de San Telmo y del Hermanamiento Tui-Frómista – que hubo fiesta doble, en abril y en julio.
Nos ha parecido oportuno recurrir a la Revista FLORESTA, para ver qué se contaba sobre las Fiestas de finales de los 70 y década de los 80. Recordamos que Floresta nació en septiembre de 1978 y terminó su andadura en septiembre de 1984, con alguna interrupción.
Esto es lo más relevante que hemos encontrado.
El nº 3 de abril 1979 dedica la portada a “EL OLE”, varias páginas a San Telmo y un extenso artículo con título “EL OLE. La tradición más antigua de Tierra de Campos”, en el que se detalla el desarrollo de esta procesión cívica, lazos y sermón satírico burlesco incluidos.
Un año más tarde, en el nº 8 de abril de 1980, se vuelve a escribir sobre las Fiestas patronales. Portada, y dos artículos sobre San Telmo y los Danzantes.
Tenemos que irnos hasta 1984 para encontrar algo relevante. FLORESTA dedica el nº 16. 2. íntegramente a las Fiestas. Este año se celebran los días 28,29 y 30 de abril y 1, 4, 5, y 6 de mayo.
Se trata de una “Hoja Informativa sobre las Fiestas”, que va relatando día a día y pormenorizadamente cada evento y actividad.
Hemos creído oportuno publicar íntegro este número de FLORESTA, para quienes gusten de releer las crónicas de esos días de 1984. Para nosotros es un lujo poder cerrar con FLORESTA esta sencilla reseña sobre las Fiestas Patronales de antaño.