EL COFRADE AUSENTE: ISMAEL GÓMEZ VARONA
Esta sección nació con la pretensión
de aportar testimonios sobre cofrades que, por circunstancias de la vida,
residen fuera de Frómista.
En el Pregón de 2.008 se afirmó que "Frómista es de todos los que vivimos
aquí, nacidos o llegados-. También de todos los que vuelven, de todos los que
sienten y añoran a su pueblo por donde van, aunque estén lejos...Y a todos nos
mueve el mismo empeño: hacer de Frómista un lugar confortable para vivir,
abierto a la cultura y a la diversidad, dinámico en iniciativas y oportunidades
–sobre todo para los jóvenes-, generoso con los mayores".
Que mejor reconocimiento que dar imagen y palabra a esas personas ausentes para
que manifiesten sus vivencias y sentimientos, para que opinen o propongan lo
que crean que podemos mejorar o poner en marcha entre todos.
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Retomamos esta Sección entrevistando
a un cofrade modélico:
ISMAEL GÓMEZ VARONA
Ismael vive en Melilla, donde tiene su destino
militar, prestando sus servicios en la Comandancia de Obras 1 Melilla
dependiente de la Dirección de Infraestructura y a su vez de la Inspección
General del Ejército. Desempeña la labor del mantenimiento y rehabilitación de los
edificios en los que se cumplen con las funciones diarias de cualquier cuartel,
así como proyectar obras de nueva construcción tanto en la ciudad de Melilla
como en las Islas Chafarinas, Isla de Alhucemas y el Peñón de Vélez de la
Gomera, todos ellos ubicados en el norte de la costa africana.
Al menos un par de veces
al año, cruza el estrecho y se presenta raudo en Frómista, su pueblo. Unas
semanitas en verano y las Fiestas Patronales. Aquí es uno más y rápidamente se
integra a las rutinas locales, casi siempre sin descansar del viaje.
Cofrade desde 1978, año de referencia
para la reciente historia de la Cofradía y de magnífica cosecha de nuevos
cofrades, ya que se dieron de alta 54.
Ha sido Diputado en 1998, siendo
Mayordomo José Luis Plaza Sevillano.
Decíamos lo de cofrade “modélico”
porque cumple sobradamente todos los deberes, destacando además su preocupación
por las cosas de la Cofradía y el interés en aportar nuevas ideas.
Fiel al canto de los
Gozos en la Novena, nos regala a diario su bien timbrado vozarrón. Disfruta del
“Ole” como el que más - ¡y bien que se le nota! Si hace falta, ayuda a llevar
las andas y a cualquier otra cosa.
La pandemia hace que
hayamos preparado esta entrevista con un cuestionario de preguntas on-line,
pero todo sea por la salud propia y colectiva.
Para arrancar le pregunto cómo
lleva el estar ausente de sus orígenes esos meses. Le pido también que nos
cuente qué recuerdos de Frómista le acompañan con más frecuencia. Qué echa de
menos o qué añora en sus ausencias.
Saltándome
la pregunta, comienzo esta entrevista celebrando hoy mi otro patrón, San Juan
Bosco, patrono del Cuerpo de Especialistas del Ejército. Pero no es lo mismo.
Otro sentimiento más leve, disculpa San Juan Bosco. Y estando hablando del
Ejército no olvidemos que en la hagiografía de San Telmo se destaca su función
como capellán militar siendo confesor de San Fernando III el Santo.
Iniciando
la cuestión os cuento que desde que empezó el confinamiento allá por el 14 de
marzo de 2020 han sido multitud de pensamientos y reflexiones que han pasado
por mi cabeza. Desde la imposibilidad, por responsabilidad, de cruzar España
para visitar a mis familiares y amigos en Frómista, un año es mucho, me hace
valorar de una forma resiliente todo lo ocurrido. Considero que hay que
adaptarse, si no el día a día sería aún más difícil y bastante es.
Respecto
a lo recurrente de Frómista son muchas cosas. Empezar por la infancia en el núcleo
familiar, amigos que empiezan a serlo desde el parvulario con Doña
Puri, los juegos de temporada como las canicas (aún las conservo aquí en
Melilla), la peonza (compré una el año pasado y la bailo con un compañero en la
oficina, sí en la oficina), el pincho…
Un
gran recuerdo que data de 1978 es cuando por fin a parte de mis “quintos” y a
mí nos designan como “reservas” de los DANZANTES. ¡Gracias Manolo y Gabi! (DEP)
Eso era la leche, casi éramos danzantes. Después de hacer la Comunión era el
culmen. Sentirte “importante” sin despreciar al resto. Recuerdo que con los palos
que podíamos conseguir por el campo, en el recreo de las clases justo a la
entrada del comedor del Colegio donde ahora se hace el vino español del
Mayordomo, ensayábamos esa media hora y cuando salíamos íbamos haciendo el pasacalles
hasta nuestras casas.
Hay
muchos recuerdos, y para ser la primera pregunta podía no contestar a ninguna
otra y no me quiero extender, imaginaros. Con sólo quince años ya me fui al
Ejército donde prácticamente ninguna de mis tías por parte materna daban un
duro a que yo permaneciera más allá de un mes. Ya se sabe, niño de quince años
en aquella época era “faldero”. A buen entendedor…
Echar
de menos que queréis que os cuente, todo es poco. “El burro no es donde nace
sino de donde pace” es el dicho popular y yo he pacido en multitud de sitios de
España, me amoldo a la ciudad donde resido, intento beber de sus costumbres,
pero la Villa de Frómista “tira”. Pequeña, pero matona.
Para
cerrar la pregunta, que ya es hora, añoro ese saludo tan Fromisteño que no es
otro que el “buenoooo” con las manos cruzadas en la espalda o con sólo un leve
movimiento de cabeza hacia arriba. El paseo por el Canal con el sonido del agua
al romper en las esclusas y como no, el olor de sus aguas cuando saltan desde
la 17 a la 20 y la 21 también, muchas veces la gran olvidada.
Frómista, “El Ole”, San Telmo… son
seguro temas recurrentes en tu vida. Seguro que alguna vez habrás tenido que
explicar nuestras tradiciones ¿La más singular que recuerdes?
Frómista afortunadamente es muy conocida por la
iglesia de San Martín y el camino de Santiago y si alguno me dice que lo
desconoce recurro a que saque un billete de 10 euros de su cartera y cuando le
digo que el ábside de esa iglesia que millones de europeos lo tienen en su
bolsillo es por algo.
Te cambio el orden de la pregunta, San Telmo no
es desconocido, Dios me libre, pero me ocurrió con un Comandante Naval de
Melilla una cosa cuando menos curiosa. En un encuentro informal de mi Unidad
con la Comandancia Naval de Melilla después del café protocolario nos enseñaron
sus instalaciones. Todo muy bien en orden y concierto, pero accediendo a la
planta superior de la instalación, en un descansillo de la escalera me
encuentro una hornacina a la Virgen del Carmen. Correcto. Una vez que se acaba
el protocolo le pregunto al Comandante Naval si no conoce el Patronazgo de San
Telmo sobre los marinos a lo cual me responde negativamente. Intrigado me hace
acompañarlo a su despacho y en un plis plas accedió a la información en la web
quedándose un tanto desorientado y gratamente informado.
En ese aspecto como “Santelmista” cabezón que
soy, no dudé al cabo de los días de regalarle una imagen del Santo
procesionando por Frómista. Esa foto me
la regaló el fotógrafo que todos los “Santelmos” acude a Frómista a reflejar
nuestras fiestas y cuyo nombre desconozco.
Otro café después pude corroborar que estaba en
su despacho y quiero creer que el actual Comandante la mantenga.
Respecto al “Ole” eso es harina de otro costal.
¿Cómo explicas un sentimiento? A San Telmo lo vives día a día, yo al menos.
Pero cuando sale el “Vítor” es indescriptible. Si le tienes que explicar a
alguien que no conoce nada de nada, que con porras, cachavas y demás
“herramientas” rendimos un sentido homenaje a San Telmo. Eso es de cuarto
milenio. Me podían clasificar de troglodita y yo cabreado por no poder explicar
todo eso. Claro está que ahora con las nuevas tecnologías se puede mostrar en
vídeos y ahí puede que empiecen a entender algo. En aquella época alguna
fotografía y nada más. Difícil ¿no?
¿Alguna Fiesta de San Telmo en
especial? ¿Alguna vez que no pudiste venir y tienes marcada?
Como bien decías en la introducción, el año que
tuve el honor de ser Diputado, gracias “Chelís”, es significativo. Se vive la
fiesta desde un palco privilegiado, otra perspectiva, tanto en el “Ole” como en
la procesión del lunes. Se ven las diferentes formas de honrar al Santo, la
emoción particular de cada uno, su vestimenta habitual para el “Ole”, su porra…
1985, 1986, 1987, 1989, 1990, 1991 y 1992.
Todos esos años estuve ausente en las fiestas. Esos años la noche del “Ole” y
el lunes de San Telmo eran insufribles. La noche casi todas las imaginarias
eran mías. El que haya hecho la “mili” entiende. Ya sale el “Ole”, estarán por
el parque, por el Cuartel Viejo, en el Sermón, calle del Milagro, por donde
Constan, los fuegos…
Noches Toledanas, sin duda y el lunes erre que
erre.
Peor fueron del año 1990 al 1992 puesto que
venía todos los fines de semana desde Calatayud y el mismo domingo regresaba a
eso de las seis de la tarde. ¡Que sufrimiento!
En 2020, a causa de los confinamientos por el Covid, compartimos una
experiencia insólita: la Novena y el canto de los Gozos por internet. También
el “Ole” virtual, las celebraciones de San Telmo y San Telmillo. ¿Cómo lo viviste? ¿Te sorprendió que tanta
gente se conectara cada día?
Con mucha ilusión y cierto nerviosismo, era la primera vez online. Decía
que con ilusión porque al estar confinados en aquella época no hacías más que
mirar que llegara la hora de la novena que, a parte de honrar al Santo, servía
de vía de escape pues coincidir con los hermanos Cofrades desde Frómista,
Palencia, Murcia y muchos sitios más era gratificante. Esa “parladilla” antes
de la propia Novena preguntando como están las cosas de cada uno era satisfactoria.
Fue una grata sorpresa cuando veías los picos de personas en YouTube y
día a día se acrecentaban. Y personas que no tienen acceso a internet, como mis
padres, lo escuchaban en Onda Judía.
El presente 2021 tampoco vamos a poder celebrar las Fiestas Patronales en
sus fechas. ¿Repetimos la experiencia anterior o se te ocurre algo nuevo?
Bueno, si dentro de lo tecnológicamente hablando existe algo superior, a
por ello. Pero creo que con la aplicación que se utilizó en año pasado es
bastante aceptable. No quedó nada mal. Así que, con harto dolor de corazón,
repitamos y manifestemos nuestro cariño a San Telmo por esos medios. Seguro que
se mejoran las posibles deficiencias que pudieron ocurrir. Yo me apunto.
Recuerdo que Javier en un WhastsApp me daba las gracias por participar en
la novena online y le respondí: “pero por el bien de todos preferiría no
repetir” y en estas nos encontramos. Ánimo y salud.
A la vista
del calendario, el próximo año el inicio de la Novena y las Fiestas se
encuadran entre el 4 y el 18 de abril, Domingo de Pascua y Día de San Telmillo
respectivamente.
Según las
previsiones del calendario estatal de vacunaciones, del que se está
hablando estos días, parece que hasta el
mes de julio no se prevé la vacunación de al menos el 70 % de la población
española, si se cumple con el programa.
Así las
cosas, y para no resignarnos de antemano a quedarnos un año más sin nuestras
Fiestas, ¿sería conveniente ir explorando la posibilidad de que,
excepcionalmente, en 2021 las Fiestas Patronales de San Telmo pudieran
celebrarse en el momento más favorable del verano o del otoño? ¿En tu criterio,
debería la C.P. trasladar cuanto antes al Ayuntamiento el planteamiento
anteriormente enunciado?
Como bien dices, si en el mes de julio se cubre
la expectativa del 70% de la población vacunada se abre una nueva perspectiva.
Pero teniendo en cuenta que nuestros actos principales son masificados, ahí me
entran dudas. Exceptuando la novena y la misa que se celebran en un sitio
cerrado como es la iglesia donde se podría tener un control de acceso teniendo
la “cartilla de vacunación”, el resto de actos como el Ole o la procesión del
lunes bajo mi punto de vista lo veo difícil o casi imposible. ¡Ojalá se llevase
a cabo!
Respecto a la segunda pregunta, por supuesto
que la C.P. debe de trasladar estos planteamientos. Ellos son los mediadores
que deben de trasladar a instancias superiores esas iniciativas. Luego
dependiendo como vaya la situación epidemiológica decidirán. Lo veo difícil.
Pensando en
el futuro, quiero aprovechar esta entrevista para preguntar si has leído el
documento “Incertidumbres y Retos de una Cofradía centenaria”, que está
colgado en la Web y que se elaboró como parte de las conclusiones del
Bicentenario de 2019.
En él se reflexiona sobre las
amenazas y riesgos para la Cofradía en el período 2020-2025 y se incorporan
algunos planteamientos estratégicos para poder asegurar el futuro de la
Cofradía en esos años. Me gustaría conocer tu opinión en algunos aspectos.
Transcribo algunos apartados:
Amenazas y riesgos para el período 2020-2040
Los enunciamos entre interrogantes, como
elementos de incertidumbre que debemos al menos tener presentes en nuestros
análisis y debates sobre las próximas décadas.
*¿Qué será de nuestra Villa y, en general, de
los pueblos como el nuestro? ¿Cuántos habitantes habrá en Frómista en esas
décadas? *¿Qué deparará el futuro a nuestras Fiestas Patronales y otras
tradiciones seculares?
*¿Cómo vivirán nuestras generaciones más
jóvenes la práctica religiosa y en concreto la devoción y culto a San Telmo?
*¿Se mantendrán las Cofradías, evolucionarán hacia otro tipo de asociacionismo
más laico o desaparecerán? ¿Cuántos
cofrades será posible mantener?
Algunos planteamientos estratégicos para el Período 2020-2025
*** Crear banquillo, para hacer posible el
relevo secuencial de los miembros del principal órgano de gestión, la Comisión
Permanente. Y ello con un mix adecuado mujeres/hombres, jóvenes, mediana
edad, mayores/jubilados.
*** De entre ellos, identificar y
comprometer liderazgo, especialmente para funciones como Secretario,
Coordinador de Actividades, Tesorero, responsables de actividad… La historia
dice que cuando no existen esas personas básicas, la Cofradía se desactiva y
corre riesgo de pararse.
*** Mantener de forma permanente una Escuela
de Danzantes de ambos sexos, con sus correspondientes “Chiborras”. También
asegurar la disponibilidad de músicos locales de dulzaina y caja que faciliten
los ensayos y actuaciones del Grupo de Paloteo.
*** Centro
de Divulgación de San Telmo
Para la
Cofradía sería un proyecto estratégico de medio plazo ya que, entre otras
incertidumbres de tipo técnico y financiero,
se apoya en la posibilidad de disponer del solar de la conocida como
“Casa de San Telmo” (C/ Francesa, 100) , si la Cofradía consiguiera que se le
adjudicara finalmente la subasta.
Obviamente,
sería un proyecto de todos y para todos, que pretende liderar la Cofradía, y
que goza a priori del beneplácito de la generalidad de los cofrades y vecinos
de Frómista.
Muy complejo valorar todo esto así de sopetón, pero como me consta tu
interés en casi todos los objetivos indicados, no puedo perder la ocasión de
plantearte algunas preguntas.
¿La
Cofradía y sus órganos de decisión deben, sin demora, ponerse a trabajar en
estos planteamientos estratégicos y compartirlos luego con todos los cofrades?
Sin duda. Y
ahora me viene a la memoria la manida y odiada frase de siempre: “Siempre son
los mismos”. Esta frase me produce enfado. Me explico. Si hay algo que de
verdad importa y no hay relevo generacional, “los mismos de siempre” ahí están
arrimando el hombro para que siga funcionando. No sé si aquellas personas que
están alrededor no dan el paso por temor a que sean rechazados por cuestiones
de edad o aquellas “películas” que se monten.
Actualmente
veo una C.P. en la que hay mujeres afortunadamente, gente adulta y joven en la
que creo que no se impone ningún criterio si no es debatido y llegando a buen
puerto con el consenso de todos. Desde la lejanía veo y leo las actas que me
enviáis después de las reuniones y puedo decir que siento decisión y entusiasmo
en cada reunión que mantenéis. Ese es el camino, no puede ser de otra forma.
La visión
de futuro puede ser larga, pero ¿crees que la planificación de actuaciones debe
hacerse a tan largo plazo o los tiempos aconsejan avanzar por períodos más
cortos, 3 – 5 años máximo?
Con los
tiempos que corren, que no te dejan adquirir plazos un tanto largos para la
ejecución de prácticamente nada, bajo mi modesta opinión considero que los
plazos que enumeras 3-5 años es suficiente. Y ojo que en esos 3-5 años existen
grandes proyectos por delante en los que tanto la C.P. como todos los cofrades
debemos aunar fuerzas para conseguir los objetivos que están marcados.
¿Cuál de
los objetivos estratégicos crees que es básico para asegurar la pervivencia de
la Cofradía?
Sin duda,
la implicación de los más jóvenes. Pero no sólo en las fiestas, que es lo más
recurrente y atractivo. La implicación durante todo el año trasladando a la
C.P. de iniciativas, ideas, proyectos, para no ver que “son los de siempre” los
que ponen las ideas. Me consta que la C.P. no es impermeable a lo anteriormente
citado pero a la hora de trasladar esas iniciativas es posible que de un poco
de “corte” elevarlas.
¿Qué hacer
para que se impliquen más los cofrades y que de entre ellos salgan los líderes
del futuro?
Ufff… la pregunta del millón. Quizás como comenté
anteriormente el sentirse “importante” sin desmerecer al resto. Trabajar desde
la humildad, aportando sin que tu nombre tenga que salir a relucir porque esa
idea era mía. Al fin y al cabo la Cofradía es la asociación más numerosa de
Frómista y fíjate la cantidad de ideas que pueden surgir. Unas más realizables
y otras casi imposibles. Pero como se está viendo en la última época la
Cofradía no se ciñe sólo a los diez días de fiestas, hay múltiples actos de
diversa índole en el transcurso del año afortunadamente.