Cofrades Distinguidos2 - Cofradía San Telmo Frómista

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Cofrades originales y distinguidos.
Cofrades veteranos, pero con mucho que contar.

En distintos apartados de esta Página Web han ido apareciendo cofrades "con solera",   por sus años de pertenencia  a la Cofradía y por la estupenda edad que atesoran y que tratan de llevar con el mejor ánimo.
Es el caso de Marcelino Serna o de Santos Guadilla, ambos cofrades antiguos y mayores. Nos han contado cosas de años atrás y que muchos de nosotros o no hemos conocido o ya no recordábamos. Han comentado aspectos de hoy y de siempre de la Cofradía y  han opinado sobre algunos temas sobre los que no hay unanimidad y en los que hay que profundizar.
Como el objetivo de estos espacios es dar protagonismo y voz a nuestros  cofrades más representativos y veteranos,  nos ha parecido muy oportuno -en este mes de Fiestas Patronales- invitarles al domicilio de la Cofradía y charlar un rato con ellos,  tratando de recordar cosas, contándoles las nuevas iniciativas de la Cofradía y hasta metiéndoles en algún apurillo, aunque en  más de un tema espinoso  han escurrido el bulto.
Esto es lo que ha dado de sí nuestra entrevista con Pedro Illera, Manolo Viñas y Teófilo García.

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Teófilo García
toma asiento en la mesa de la Cofradía  y posa con soltura, relajado. Le enseñamos la Página Web y al decirle que le vamos a sacar en esa "tele" de la Cofradía, parece que se arruga un  poco... pero conseguimos que salgan cosas.

Lo primero con estos cofrades antiguos y mayores es aclarar en qué año solicitaron ser cofrades, que no hay a veces datos fidedignos.
Teófilo contesta raudo: en el año 1945; nos dieron de alta a Pedro Illera, a mí y a otros cuantos. Ese año, cree recordar, el Sr Baldomero y Mamerto se encargaban de los danzantes.
Fue Mayordomo en 1981-1982. Sintió mucha alegría. Apunta rápido que "El Refresco" lo dio en el patio de su casa, como se hacía antaño y fue a tono con los de antes: pastas, vino del pueblo, anisillo y mistela. Remacha que "no cómo ahora, que se hacen bodas". Y apostilla, "y era solo para los cofrades".
De "El Ole" de 1982 comenta que hizo bueno y que fue un día muy animado. No recuerda quién llevaba las cintas, pero sí dice con énfasis "pero agarrando el Víctor de principio a fin, solo el Mayordomo". Terminó sobre las 12 o poco más tarde, con sermón y todo matiza, que leyeron Santos e Iluminado.


De lo que Teófilo se muestra orgulloso es de que durante 32 años fue el encargado de tirar los cohetes; desde el inicio de las Fiestas y en todos los actos. "Los pagaban a partes iguales la Cofradía y el Ayuntamiento", quiere aclarar.
Vuelve a "El Ole" con un sentir que reitera en distintos momentos de nuestra conversación: "antes se respetaba más y había más formalidad". Por toda explicación se manifiesta  partidario de que se fije una hora de finalización, que  se recuerde a la gente cómo se deben de comportar en "El Ole", y que se respete.
De la Cofradía de antaño dice que "se reunían siempre en casa del Mayordomo (lo que ha conocido) y que había más respeto entre los cofrades".  Le gusta mucho que ahora se disponga de  un local, que haya otro grupo de personas que se preocupen otra vez de la Cofradía, para que la cosa vaya a más. "Eso debe hacer que se esté más unidos; que entre todos se fijen unas reglas y que se respeten".
Le preguntamos si destacaría algunas personas relevantes de la Cofradía, que él haya conocido. Duda un poco en contestar pero al final se moja:  "danzantes" Baldomero y Mamerto; pero sobre todo Narciso "Mamín", que soñaba la Cofradía y las Fiestas, siempre pendiente de la Cofradía…"
Teófilo es un veterano al que le gustan las formas de antes, las tradiciones de antes, el respeto y la unión entre cofrades, etc… No ve bien lo de los "refrescos" actuales; sobre lo de la incorporación de las mujeres no opina, solo esboza una sonrisa… Teófilo es coherente a su edad y a lo que él ha conocido, pero eso sí, da su opinión pero respeta las decisiones que se han tomado. Un Cofrade "con solera", evidentemente. Y un placer tenerle y haber podido escucharle. ¡Salud, Teófilo!.



Manuel Viñas Frechilla o  "el brujo", como generalmente es conocido y poco que le importa, es todo un personaje en Frómista y en la Cofradía.
Lo cojamos por donde lo cojamos, siempre original y diferente; polémico a veces, pero generoso y servicial, en sus muchos años de empleado municipal y también en las causas que le motivan: Cofradía, ciclismo, y tantas aficiones que tienen que ver con la naturaleza o lo que se mueve al aire libre o acondicionado.
Le hemos invitado también a la Cofradía y hemos querido hablar con el Viñas o "el brujo" más genuino. Se presenta  con su terno verde y  gorro de lana y, por supuesto, deja su meritoria bici bien  aparcada a la puerta de la Cofradía. Sin duda la bici más paseada de Frómista.

Ha sido un rato muy agradable, lleno de vivencias y con algunos silencios que no ha habido forma de quebrantar. ¡Sabe más de lo que parece y no quiere más hogueras con nadie, si acaso la de "San Telmo"! Luego me referiré a la hoguera de la noche de "El Ole".
Le pregunto cuándo se hizo cofrades y lo tiene muy claro: en 1954-1955, cuando entró de Mayordomo su tío Goyo Viñas; él le apuntó.
Fue Mayordomo en 1979-80, el año que  fue  la primera vez a Tui un grupo de gente de la cofradía. Aún se emociona recordando cómo repicaban al unísono odas las campanas de Tui.
No nos importa aquí su faceta "quijotesca", ni sus andanzas o los decires; sólo su vertiente "cofrade", distinguida, pero tal vez nada o escasamente reconocida. Ojalá sirvan estas líneas para remediar en parte esa deuda con el personaje.


Tal vez muy pocos conozcan que pertenece a una familia muy vinculada históricamente a nuestra Cofradía, a lo que él mismo ha sabido hacer honor. Algunas referencias dignas de tener en cuenta.
En 1954, cuando su tío entró de Mayordomo, sus abuelos Aurora y Manuel Viñas donaron la Estampa verde de San Telmo. Estuvo años desaparecida y afortunadamente se volvió a recuperar.
Más tarde, en 1998, él mismo ofrece a la cofradía donar el Estandarte, aportando una parte importante del coste (100.000 pesetas) y completando la Cofradía el resto (32.000). Así consta en varias actas de 1998 y 1999.
Le pregunto por "El Ole" de su año de Mayordomo, 1980, y reconoce que ya fue uno de los que empezaban a ser largos; terminó cerca de las cuatro de la mañana. Ese año hubo una banda militar, apostilla.
De su cargo de Mayordomo habla con emoción;  es grandioso, dice.
Del "refresco",  cuenta que en su preparación  participó toda la familia;  que fue en dos espacios próximos  de la calle Las Higueras: la Peña Los Judíos  y La Hermandad. Reconoce que "se salió un poco de madre" en el ágape, pero dadas sus circunstancias personales, también le apetecía celebrarlo a su gusto. Además,  fue muy concurrido.
Quiero comentar con él uno de "sus otros oficios", en concreto el "pipote o la hoguera de San Telmo de la noche de El Ole, de la que se ha hecho cargo "desde siempre", dice, "casi desde que tenía uso de razón". Lo hacía como miembro de la Cofradía, voluntariamente, no porque fuera empleado municipal. Tampoco lo dejó cuando se jubiló. La última vez fue en 2009.
Nos cuenta su origen, el rito que supone prepararlo, cuando debe encenderse...  pero se resiste a comentar cuándo y por qué deja de prepararlo y encenderlo.
"Tiene un ritual", afirma: antiguamente era un montón de leña y una vez cimentadas las calles, para no estallar el cemento, se pone tierra y sobre ella una carral vieja (de ahí lo de "pipote"), que se llena de leña. Representa el fuego de San Telmo y debe encenderse a la primera campanada nada más dar las 10 de la noche.
Lo que me queda claro es que preparar y encender el "pipote" es algo que lleva en el alma y que dejar de hacerlo le supuso una  gran contrariedad.
Le pregunto abiertamente que si se lo propusiera la Cofradía, le haría ilusión volver a hacerse cargo del "pipote" y se resiste a responder. Solo cuando le cito a Fernando, a Mariano el próximo mayordomo y compañero muchos años… se le enciende la mirada y acierta a decir que "si se lo pide la Cofradía y estas personas, colaboraría de nuevo y se sentiría bien".
Dicho y hecho. La Cofradía ha decidido, tras escuchar a los aludidos, proponer al cofrade Manolo Viñas se haga cargos este y los próximos años del "pipote" de El Ole y de San Telmo.



La imagen habla por sí sola. El "brujo" contento. Todos contentos.
¡Salud! Manolo y muchas gracias por tu disponibilidad y por tu fidelidad  y cariño de siempre a esta tu Cofradía.


Pedro Illera   ha preferido no subir los pindios escalones de la Cofradía, así que  hemos ido a buscarle al "Museo Parroquial", quebrantando un poco la concentración y esmero con que presta su labor.  Es viernes antes de San Telmillo;  hay gente rondando  y prefiere dejar las fotos para mejor momento.
Hablar,  en tanto se acercan visitantes, no le importa. Y arranco tratando de asegurar las fechas de que disponemos.
Me confirma que se hizo cofrade en 1945; se lo dijo a Mamerto, aquel hombre -"chiborra" entonces-  que llevaba la Cofradía en el alma. Asiente cuando le digo que ese año se hicieron cofrades varias personas más.
Fue Mayordomo en los años 1973-1974. Como hay una cierta "leyenda" sobre esos años, le espetó: cómo fue eso, si le tocaba por turno o no. No duda en absoluto y responde raudo: lo hacía Don Valentín; solo lo sabía él. Por tanto, vete tú a saber; me dijo "este año tu Mayordomo" y así fue. Bueno, en realidad le tocaba a Esteban Ruiz (q.e.p.d.), pero se murió su suegra y pidió ser Mayordomo al año siguiente, así que Don Valentín me designó a mí; eran otros tiempos" concluye.
Le pregunto por las Fiestas de entonces, amén de la novena, procesiones… y me apunta el programa completo: el sábado venía la banda en tren y se subía a la estación a esperarla y ya se bajaba con  música. El domingo "El Ole"; ese año terminó cerca de las dos y no hizo mal tiempo.  El Lunes, San Telmo. El martes, los difuntos. No recuerda el miércoles qué había, pero sí que el jueves era el día de los casados. Eso sí todos los días había música. Se bailaba en el paseo y se ocupaba la carretera general, por lo que recuerda que, el año que fue Mayordomo,  el Alcalde, José Mª Arconada (q.e.p.d.), trajo un policía de Palencia para controlar la carretera.

También contactó con el Servicio Meteorológico y se le dijo que durante El Ole haría bueno, y así fue.
En la Cofradía había pocos cofrades y la llevaba Don Valentín. Pasaban las Fiestas y se acabó; hasta el año siguiente.
Le apunto algunos temas controvertidos: "lo de  las mujeres tenía que llegar tarde o pronto; y ha llegado con normalidad. Lo de la designación de mayordomo, por él que siga como hasta ahora; pero acepta que se adopte otro criterio o sistema, pero siempre que se apruebe por la gran mayoría de los cofrades, no por cuatro que se reúnan un día".
Ahora que se ha  aprobado lo de los "refrescos" del Día de la Cofradía, recuerda que él lo dio en su casa. Los cofrades se repartieron en los espacios que se habían preparado; incluso en una panera y en la cuadra del caballo, (aseada para la ocasión , se ríe socarronamente).
"Lo que pasaba hasta ahora había que cambiarlo, remacha, y ya está hecho. Ah! y lo de las banderas y los pañuelos, muy logrado".

Se alegra mucho de que la Cofradía se  haya vuelto a activar y nos desea mucho éxito y nos agradece que nos hayamos acordado de él.
Entrañable y bonachón este Pedro Illera;  con una cabeza  muy lúcida a sus casi 91 años. Promete contarme más cosas que recuerde. Y yo me comprometo a enseñarle de pe a pa la Página web de la Cofradía, que aún no ha visto. En cuanto publiquemos esta entrevista. Así quedamos.


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