San Telmillo trajo la ansiada lluvia y un cálido homenaje a los cofrades en el 40º aniversario de su ingreso
Lo que va de San Telmo a San Telmillo
En apenas una semana pasamos del verano al invierno. Si San Telmo nos sorprendió por la inusual temperatura que hizo posible un “Ole” en manga corta y una procesión multitudinaria y sofocante – que se lo preguntes a los danzantes-, San Telmillo quiso ser coherente con la estación y nos trajo frío y unos aguaceros imponentes.
Se deslucieron un poco algunos actos, pero, al contrario que el refrán, se puede decir que este día tan señalado “llovió a gusto de todos”. Y quien sabe si la esperada lluvia va a ser preámbulo de otras que ayuden a revitalizar un campo que se agosta en primavera.
Y contentos de que el sábado pudiera salvarse todo el programa previsto –carrera, paella…- incluida la verbena en la Plaza de Tui, que pudo sobrellevarse con un poco de abrigo.
De nuevo se repitió la procesión bajo techo




Por segundo año consecutivo hubo que celebrar la procesión bajo las bóvedas de San Pedro, al resguardo del viento y de los aguaceros.
La experiencia del año anterior fue muy valiosa y apenas hubo dudas sobre cómo resolver la situación. Solo ajustar el protocolo a San Telmillo (todo más breve que en San Telmo) y alguna licencia en honor de las personas de otras Cofradías que nos acompañaban. Excepcionalmente procesionó la Reliquia, que luego se veneró mientras se cantaban los Gozos, también en una versión resumida, pero con el mismo entusiasmo por parte de los cofrades que subieron al coro.
Nuevamente pudimos comprobar que San Pedro permite una puesta en escena casi perfecta, donde los protagonistas – el Vítor, las andas con la imagen y la reliquia, por un lado, y los danzantes por otro – lucen con singular belleza bajo las bóvedas centenarias, a la vez que el público contempla la celebración desde sus bancos, en el recogimiento de la iglesia y con la misma devoción hacia su Santo Patrono.
Una experiencia obligada pero positiva, a pesar de todo. Pese a este borrón, si así puede llamarse, el balance meteorológico de las Fiestas de 2017 ha sido magnífico.
Ese momento mágico de subir a San Telmo


Tras la misa, tuvo lugar la tradicional subida de San Telmo. Este año los cofrades estrenaban palos asimétricos que aparentemente ha facilitado la siempre compleja labor. Lo que no dejan de escucharse son las voces de advertencia de los cofrades y algún que otro improperio.
Este proceso - mil veces repetido a lo largo de los años - no deja de generar expectación y a la vez temor en quienes lo contemplan, sobre todo en los primerizos. Pero los cofrades son diestros en manejar la situación y cuando culminan, enseguida resuenan fuertes los aplausos impregnados de admiración.
Homenaje a la fidelidad de los cofrades en el “Día de la Cofradía”


Inmediatamente después vuelve el orden al presbiterio, se hace el silencio y el secretario procede con la renovación anual de cargos. Con ser importante este acto para la vida de la Cofradía, este año el momento estelar fue el anunciado homenaje a la fidelidad de 31 cofrades, en el cuadragésimo aniversario de su ingreso en la Cofradía.
Más de la mitad subieron a recibir su reconocimiento. Al final, una foto inédita y significativa de la unidad que debe imperar en la Cofradía.
¡ENHORABUENA, COFRADES!!!
El secretario explicó el origen de la iniciativa y su continuidad con estas palabras:
“Una vez que han tomado posesión los nuevos cargos de la Cofradía, vamos a proceder al Homenaje a los cofrades que han cumplido los 40 años de su ingreso en la Cofradía y que no han desempeñado el cargo de Mayordomo.
Con ello se da respuesta a una petición que nos hizo un cofrade joven durante las pasadas Fiestas Patronales. La Comisión Permanente considera que esta aspiración tiene todo el sentido y que responde a algo querido por la gran mayoría de nuestros cofrades.
Este homenaje tendrá continuidad cada año en este Día de San Telmillo.
Al ser el primer año, hemos considerado adecuado incorporar a este Homenaje a los Cofrades que llevan 40 o más años y que, por razones diversas, no han sido Mayordomos. En total 16 cofrades que ingresaron en 1977; 5 que ingresaron en 1976 y 10 que lo hicieron en 1975 y anteriores.
Les hemos comunicado la decisión de la Comisión Permanente y les hemos invitado a estar presentes hoy. La gran mayoría nos acompañan. El resto han explicado su ausencia, se suman al Homenaje en la distancia y agradecen a la cofradía esta iniciativa, felicitando a todos los homenajeados.
Dicho esto, vamos a proceder a leer los nombres y pedimos que los presentes suban al presbiterio para recibir su homenaje.
Año 1975 y anteriores
José González Montes
José Manuel Calvo González
José Valentín Fernández Cabezas
Eugenio López Macho
Alejandro Pulgar Palomino
José María Plaza Gutiérrez
Jacinto Montes Barberena
Feliciano Montes Barberena
Jesús Vallejo Moslares
Carmelo Serrano González
Año 1976
José Antonio Sobrino Muñoz
Severiano Villameriel Clemente
Luis Santos Guadilla Moslares
Francisco Javier Díaz González
Raul Guadilla Moslares
Año 1977
Carlos Vallejo Azurmendi
Félix Vallejo Montes
Teodoro Fernández Cabezas
Oscar González Aguado
Teodoro González Aguado
José Antonio Garzón Fernández
Anastasio Villameriel Gil
Raul Díaz Aragón
Alberto Aedo Medina
Elías Manuel Aedo Medina
Gregorio González González
Raul Fernández Baños
Alfonso Ruiz Sánchez
Miguel Angel Plaza González
Julio Rojo Garrachón
Luis Eugenio Díaz Aragón
ENHORABUENA Y, DE NUEVO, EL RECONOCIMIENTO DE TODA LA COFRADIA A LOS HOMENAJEADOS, PRESENTES Y AUSENTES.
Frómista, 30 de abril de 2017
La lluvia desluce los actos finales del “Día de la Cofradía”



Como es tradicional, correspondía luego de la renovación de cargos y del homenaje reseñado, acompañar al Mayordomo a su casa, a depositar los SIMBOLOS de la Cofradía, que quedarán bajo su custodia hasta las próximas Fiestas.
También en este caso la pertinaz lluvia nos privó de los pasacalles de nuestros danzantes, primero hasta la casa del nuevo Mayordomo y luego hasta el lugar del “refresco”. ¡Otra vez será!
Incluso algunos símbolos debieron permanecer en la iglesia para no mojarse.
Se mojó el Vítor y todos los acompañantes, pese a los paraguas.
Es de agradecer que el “refresco” estuviera muy concurrido, así como la masiva asistencia a todos los actos de este día, desafiando al frío y a la lluvia.
Especial mención y agradecimiento merece la presencia de la representación de la Cofradía de Tui y de varios cofrades de Minas de San Telmo (Huelva), que nos acompañaron durante todo el fin de semana.
Solo nos resta decir, remedando el sermón del “Ole”: “Adiós San Telmo querido!
¡HASTA EL AÑO VENIDERO!