Sabías20 - Cofradía San Telmo Frómista

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¿Sabías qué...?
LA LLEGADA DE LA RELIQUIA DE SAN TELMO A FRÓMISTA



El pasado 19 de octubre el Blog de Turismo Frómista publicó esta breve reseña, que nos parece bien traída y por ello volvemos a reproducirla en nuestra Web.
 
Y es que, precisamente en lo acontecido ese 19 de octubre, aunque de 1742, tiene su origen una de las representaciones más emblemáticas de nuestras Fiestas Patronales, la procesión de “El Ole”.
 
Tal vez sea mucho decir que ese día se celebró el primer “Ole”, pero no es arriesgado aseverar que, de la procesión que tuvo lugar esa noche hasta la madrugada y de las manifestaciones de fervor y alegría que se suscitaron, nuestros mayores tomaron los elementos esenciales de lo que desde hace muchos años sin duda, nos emociona,  nos distingue y llena de orgullo.
 
Y todo 19 de octubre es buena fecha para traer al recuerdo aquellos aconteceres. Por eso nos ha parecido oportuno, y más este año en que la pandemia ha impedido la celebración de “El Ole”, dejándonos un enorme vacío.
 
Esta es la reseña publicada por Turismo Frómista, el chat de Turismo del Ayuntamiento.
 
 
19 octubre, 2020  frmistaturismo
 
 

La llegada de la reliquia de San Telmo
 
Muchas veces nos han preguntado a cualquier fromisteño que se precie, de donde procede la tradición de bailar el Ole. Como ya hemos indicado en otras ocasiones, es el día más especial del año en nuestra villa y es una tradición centenaria que si lo simplificamos al extremo nos llevaría a un hueso, concretamente a la parte baja del radio de San Telmo nacido en Frómista a finales del siglo XII.
 
Para entender la historia habría que irse octubre, pero de hace 278 años. En ese recién estrenado otoño se esperaba con ansia la llegada de la reliquia de San Telmo, que significaba recuperar algo de quien ya por entonces era el vecino más ilustre de Frómista, nombrado patrón en 1651 por Urbano VIII.

 
En 1741 otro papa, Benedicto XIV, a través de la canonización equivalente permite el culto a San Telmo y con ello empieza el deseo de traer una reliquia de Pedro González Telmo a nuestro pueblo, empezando por las fiestas de 1742 en el que se sientas las bases de ese envio que tendrá también parada en Palencia.

 
Reliquia en la iglesia de San Pedro

 
La llegada fue al anochecer del día 19 de octubre y transcribimos textualmente lo escrito sobre lo ocurrido esa noche:
 
Llegó a la reliquia a las Puertas del Grajal en donde estaba un altar para recibirla, habiendo salido a su encuentro y para acompañar a los comisarios que la traían, dos eclesiásticos y dos seglares, con sus respectivos caballos, hasta cerca de Piña; y hasta casi un cuarto de legua del pueblo, cerca del rio, salió una gran multitud con hachas encendidas de las cofradías de las animas, tanta que no cabía por los caminos, pues se juntaron con los vecinos de y forasteros de las villas comarcanas (…) y habiendo llegado el coche debajo de las Puertas del Grajal, no pudo entregarse por el concurso y tropel de gente, la reliquia en el altar.
 
Se formó la procesión con tanto número de gente y luces que era muy raro el que iba sin su vela en la mano, estando todas las calles iluminadas con hogueras por todas partes que parecía que abrasaba el lugar. Bajó la procesión por la calle francesa (…) y desde allí entró por el castillo y bajo a San Pedro por la calle que desemboca a la plaza entre la casa de los leones y el hospital de Los Palmeros que mira a la puerta del sol de la iglesia de San pedro, en cuya iglesia, altar y tabernáculo se colocó, sin poder dar a adorar la reliquia aquella noche por el tumulto de gente y por ser hora muy avanzada.

 
El texto anterior ha sido recogido por D. Carlos Vallejo Moslares que a su vez como el mismo indica en su libro “Cofradía de San Pedro Gonzalez Telmo. Frómista” fue rescatado por D. Vicente Gutiérrez de los libros de la cofradía
 Si algo queda claro tras está entrada en nuestro blog es que casi 300 años después de la llegada de la reliquia de San Telmo a Frómista nuestra forma de celebrarlo no ha cambiado casi nada, ni el recorrido, ni los visitantes, ni nuestra forma tan característica de honrar a nuestro patrón.

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