Noticia25 - Cofradía San Telmo Frómista

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Sensaciones sobre un año vivido intensamente por dos cofrades jóvenes

Laura e Inés son hijas de Fernando Ruiz, Mayordomo de la Cofradía en estas Fiestas. Han sido las "Diputadas" más jóvenes,  al cuidado de las  cintas rojas del Víctor y las guardaespaldas más fieles de su padre.

Hemos querido saber cómo han vivido este año intenso, desde que el pasado San Telmillo su padre  fue designado Mayordomo, hasta que ahora ha pasado el testigo.
Esto es lo que nos cuentan.

En casa de nuestro abuelito Esteban siempre se ha vivido con mucha intensidad la fiesta de San Telmo, ya no como una simple fiesta sino como un sentimiento. Oír a nuestros tíos, abuelos y padre hablar sobre ello, pero verlo tan lejano de entender, nos inquietaba.

Al poder formar parte de la cofradía las mujeres, nuestro padre nos anima a formar parte de esta; y sin pensarlo dijimos que sí aun sabiendo que será prácticamente imposible que lleguemos a ser mayordomo algún día. Pero aun perteneciendo a la cofradía no comprendíamos aun ese sentimiento que nuestro padre nos intentaba transmitir.

Finalmente, en 2013 nuestro padre entra de mayordomo, y él nos nombra diputadas, a sus hijas. Acompañarle en aquello por lo que llevaba esperando desde niño era un honor.
Durante todo el año el pueblo nos ha hecho sentir especiales, nos cruzábamos con la gente en el pueblo y muchos nos decían cosas o chascarrillos como "hola diputadas" o "hola hijas del mayordomo"... empezábamos a entender y sentir lo que es su patrón para los fromisteños.

Y llega 2014 y con él las fiestas de San Telmo, y ahí estábamos acompañando a nuestro padre, viviendo y sintiendo en primera plana toda la fiesta. Ya estábamos contagiadas por nuestro padre de ese sentimiento e ilusión indescriptible,... pero aún faltaba el evento principal, la procesión del Ole. En la puerta de la iglesia, a la salida del Vítor, la gente enloquecía para lograr dar un beso a la imagen de San Telmo del Vítor. Según escribimos estas líneas se nos eriza el vello y un escalofrío nos recorre todo el cuerpo. Hemos vivido el Ole más intenso de nuestras vidas, y al finalizar, al guardar el Vítor en la iglesia, nuestros sentimientos nos llevaron a dar ese beso a nuestro patrón San Telmo.

Ha sido algo muy especial haber podido vivir toda la fiesta desde adentro, hemos captado ese sentimiento, esa devoción, que el pueblo de Frómista tiene por su patrón y que es difícil expresar en palabras, pero que los fromisteños saben de qué hablamos.

¡VIVA SAN TELMO!

Laura e Inés Ruiz Burgos


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